Compositor austríaco nacido en
Salzburgo el 27 de enero de 1756. Sus prodigiosas dotes musicales fueron pronto
observadas por su padre, Leopold, que decidió educarlo y, simultáneamente,
exhibirlo (conjuntamente con la hermana grande Nannerl --Maria Anna--) como
fuente de ingresos.
A la edad de seis años, Mozart ya era un intèrprete avanzado de instrumentos de
tecla y un eficaz violinista, al mismo tiempo que demostraba una extraordinaria
capacidad para la improvisación y la lectura de
partituras. Aún hoy en día se interpretan cinco pequeñas piezas para piano que
compuso a aquella edad.
El año 1762 Leopold comenzó a
llevar a su hijo de gira por las cortes europeas. Primeramente a Munich y a
Viena y, en 1763 los Mozart emprendieron un largo viaje de tres años y medio
que supuso para el pequeño Wolfgang valiosas experiencias: conoció la cèlebre
orquesta y el estilo de Mannheim, la música francesa en París, y el estilo
galante de J.Ch. Bach en Londres. Durante este periodo escribió sonatas, tanto
para piano como para violín (1763) y una sinfonía (K.16, 1764).
Ya de regreso a Salzburgo,
continuó sus primeras composiciones, entre les cuales encontramos la primera
parte de un oratorio, Die Schuldigkeit des ersten Gebots (La obligación del
Primer Mandamiento), la ópera cómica La finta semplice, y Bastien und
Bastienne, su primer singspiel (tipo de ópera alemana con partes recitadas). El
año 1769, con 13 años, era nombrado Konzertmeister del arzobispado de su
ciudad.
Después de unos cuantos años en
casa, padre e hijo marcharon a Italia (1769-71).
En Milán, Mozart conoció al compositor G.B. Sammartini; en Roma,
el Papa lo condecoró con la distinción de Caballero de la Espuela de Oro y
en Bolonia contactó con el padre Martini y realizó con éxito los
exámenes de acceso a la prestigiosa Accademia Filarmonica. El año 1770 le
encargaron escribir la que es su primera gran ópera, Mitridate, re di Ponto
(1770), escrita en Milán. Con esta obra, su reputación como músico se hizo aún
más patente.
Mozart volvió a Salzburgo en
1771. De los años inmediatamente posteriores datan los primeros cuartetos para
cuerda, las sinfonías K.183, 199 y 200 (1773), el concierto para fagot K.191
(1774), las óperas La finta giardiniera e Il re pastore (1775), diversos
conciertos para piano, la serie de concirtos para violín y las primeras sonatas
para piano (1774-75).
En 1777 Mozart marchó hacia
Munich con su madre, Anna Maria. A la edad de veintiún años Mozart buscaba por
las corte europeas un lugar mejor remunerado y más satisfactorio que el que
tenía en Salzburgo bajo las órdenes del arzobispo Colloredo, pero sus deseos no
se cumplieron. Llegó a Mannheim, capital musical
de Europa por aquella época, con la idea de conseguir un puesto en su orquesta,
y allí se enamoró de Aloysia Weber.
Posteriormente Leopold envió a su esposa e hijo a París, donde éste estrenó la
sinfonia K.297 y el ballet "Les petits riens".
La muerte de su madre en la
capital francesa en 1778, el rechazo de Weber -después del segundo encuentro de
Mozart con la familia-
y el menosprecio de los aristócratas para los que trabajaba, hicieron que los
dos años transcurridos entre su llegada a París y el retorno a Salzburgo en
1779 fueran un periodo muy difícil en su vida.
Durante los años siguientes
compuso misas, las sinfonías K.318, 319 y 338 y la ópera Idomeneo, re di Creta
(Munich, 1781), influída por Gluck pero con un sello ya totalmente propio.
El año 1781, Mozart rompe sus
relaciones laborales con el príncipe-arzobispo de Salzburgo y decide
trasladarse definitivamente a Viena. Allí compone el singspiel Die Entführung
aus dem Serail (El rapto en el serrallo), encargada en 1782 por el emperador
José II.
Este mismo año se casa con
Constanze Weber, hermana pequeña de Aloysia; juntos vivieron frecuentemente
perseguidos por las deudas hasta la muerte de
Mozart.
De esta época data su amistad con
F.J. Haydn a quien le dedicó seis cuartetos (1782-85); estrenó también la
sinfonía Haffner (K.385, 1785) y otras obras, de expresividad muy superior a la
de la música de su tiempo. La llegada de Lorenzo da Ponte a Viena le
proporcionó un libretista de excepción para tres de sus mejores óperas: Le
nozze di Figaro (1786), Don Giovanni (1787) y Così fan tutte (1790). Muerto ése
año Gluck, el emperador José II concedió el cargo de kapellmeister a Mozart,
pero redujo el salario,
hecho que impidió que saliese del círculo vicioso de deudas. Estas crisis se
reflejaron en obres como en el quinteto de cuerda K.516, en las tres últimas
sinfonías (K.543, 550 i 551, Júpiter, del 1788), los últimos conciertos para
piano, etc., contribuciones ingentes a estos géneros.
Los años finales Mozart escribió
sus últimas óperas, Die Zauberflöte (La flauta mágica) y La Clemenza di Tito,
(1791) -escrita con motivo de la coronación del nuevo emperador Leopold II-.
Precisamente mientras trabajaba en La flauta mágica, con libreto de Emmanuel
Schikaneder, el emisario de un misterioso conde Walsegg le encargó una misa de
réquiem. El Réquiem en Re menor K.626, inacabado por la muerte de Mozart -el 5
de diciembre de 1791- fue su última composición, acabada por su discípulo F.X.
Süssmayr.
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